La cocina arequipeña surgió de la fusión de sus raíces andinas y europeas de una sociedad que supo articular una práctica alimentaria excepcional.

Desde la Asociación de Picanteras de Arequipa se hace hincapié en la valoración de sus productos ancestrales y procedimientos básicos nacidos y forjados en las tradicionales picanterías arequipeñas,  como lo es el maíz negro criollo, cuyo cultivo prácticamente ha desaparecido, y con el que se prepara la tradicional chicha de guiñapo, una bebida prehispánica almacenada en la mítica y tradicional “Chomba de chicha” que se sigue ofreciendo en las picanterías más tradicionales e históricas de la ciudad blanca.